domingo, 17 de julio de 2016

Revelación


Me mostró su corazón.
En las láminas
era un fruto
sobre esas placas que ahora
vienen en color.
Estaba ahí, rojo quieto
pero vivo,
sus venas eran raíces.
Latía en el tejido una fuente.
Los surcos partían desde el centro.
El tumor no lo tocó.
En la foto está intacto.
Tampoco a la médula
que es lo primero que late.
La forma que tenemos
antes de venir al mundo.
Me mostró su corazón 
abierto, brotaban sus colores
en ramas como un árbol.
Pedimos por él
en el más profundo secreto.


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